¡Hola a todxs! En el blog de esta semana, trataremos de dar respuesta a una pregunta que nos suelen hacer nuestros clientes: ¿Cuál es la diferencia entre coliving y cohousing? Aunque puedan parecer dos conceptos muy parecidos – y de hecho parten de una misma idea- existen importantes diferencias entre ambos.
Empecemos por el principio, ¿cómo definen los expertos el coliving? ¿Y el cohousing?
El coliving se trata de un fenómeno residencial que consiste en compartir una serie de espacios comunes entre los distintos residentes de una vivienda. Estos comparten no solamente espacios de la propia vivienda (como cocina o baños...) sino también una serie de intereses o proyectos comunes. Las comunidades colivings suelen ofrecer a sus inquilinos actividades y servicios que generan mayor comunidad y sinergia entre quienes habitan este tipo de viviendas.
En cambio, el cohousing, si bien también se basa en un modelo de vivienda en comunidad, priman los espacios o viviendas privadas para sus residentes. Estos además tienen espacios comunes como pueden ser parques, huertos, gimnasio, etc.
Podríamos decir que el cohousing se centra más en los servicios comunes y el coliving, en el desarrollo de las relaciones personales, con el punto de mira puesto en las colaboraciones y acciones conjuntas que en el ámbito profesional pueden entablarse entre los convivientes.
¿Y cuáles son las principales diferencias entre coliving y cohousing?
Aunque de la propia definición ya os hemos ido revelando las principales diferencias podemos destacar muchas más.
Por tipología de residentes
Los espacios de coliving suelen ser habitados por jóvenes de mediana edad, trabajadores expatriados, profesionales independientes, que buscan no solamente una vivienda para habitar sino sobre todo una comunidad con intereses, proyectos y modo de vida similar. En el coliving priman las relaciones profesionales que hay entre los residentes. En cambio, el cohousing suele ser una tendencia para familias o residentes de mediana edad que buscan alejarse de las grandes ciudades y tener su propia vivienda, pero con un concepto de comunidad mucho mayor. Es una tendencia muy abonada a perfiles seniors o jubilados.
Por la duración de la estancia
Aquí radica una de las mayores diferencias, mientras que el coliving se proyecta para estancias de corta y media duración, el cohousing se posiciona como una alternativa para proyectos de vivienda permanente para sus inquilinos. Estas viviendas suelen ser de propiedad de quienes habitan en ella o también es muy común que sean parte de una cooperativa de propietarios.
Por tipología de viviendas
El coliving suelen ser fincas regias destinadas total o parcialmente a esa modalidad y cada espacio suele tener entre 3 y cuatro habitaciones privadas para cada coliver. En cambio, las viviendas de cohousing suelen ser viviendas independientes entre sí en un mismo terreno y espacios comunes.
Por los servicios que ofrecen
En este aspecto el coliving gana de goleada al cohousing. El primero suele ofrecer como parte de su propuesta de valor distintos servicios que se ofrecen de forma conjunta a sus inquilinos como lavandería y limpieza y otros opcionales como actividades de fin de semana o salas de juego. En cambio, el cohousing suele dar más valor al espacio compartido como jardines, parques o huertos que a los propios servicios.
Por último, os queríamos presentar un par de proyectos muy interesantes que existen en España de ambas modalidades. Un proyecto de coliving muy interesante es el que presentan los compañeros de Enso coliving, muy centrada en una comunidad de inquilinos muy potente. Por el lado del cohousing uno de los proyectos más interesantes ha sido el que presentó la Sociedad Cooperativa Andaluza bajo el nombre “Residencial Puerto de la Luz” y que se sitúa en Málaga.