Ya seas propietario como inquilino seguro que este artículo te interesa. En el artículo de esta semana os hablaremos del seguro de impago de alquiler: en qué consiste, como se tramita y qué precio tiene.
¿Seguro de impago de alquiler, qué es?
El seguro de impago de alquiler es un seguro que protege al arrendador frente a posibles impagos de la renta por parte del arrendatario. Es decir, se trata de un seguro que garantiza a los propietarios los pagos de los alquileres de sus inquilinos.
En estos últimos años en los que el acceso a la vivienda en propiedad cada vez se ha ido encareciendo para distintos colectivos el alquiler ha sido la alternativa viable para acceder a una vivienda. Este aumento de la demanda de vivienda en alquiler ha traído consigo la necesidad por parte de los propietarios de garantizarse el pago de las rentas de sus inquilinos en caso de que estos no cumplan con sus obligaciones en materia de pagos.
Asimismo, la contratación de un seguro de impago no sólo supone un beneficio para el arrendador, ya que en muchos casos este tipo de seguro permite el acceso a una vivienda en alquiler a inquilinos que, siendo solventes, no eran capaces de hacer frente al aval previo necesario.
¿Cómo se tramita?
Para poder contratar un seguro de impago de alquiler, las compañías realizan en primer lugar un estudio sobre la solvencia financiera de los inquilinos a los que el propietario va a alquilar la vivienda. De este modo, es la propia aseguradora quien hace frente a los pagos en el caso de que el inquilino no cumpliese con su obligación. En dicho caso, la aseguradora puede reclamar una serie de documentos que certifiquen la solvencia del arrendatario:
En el caso de tratarse de un trabajador por cuenta ajena se solicitan las dos últimas nóminas. Así pues, pueden valorar su volumen de ingresos junto a la antigüedad del trabajador de la empresa. Lo habitual es que las aseguradoras valoren de forma más positiva los contratos indefinidos frente a los temporales.
Para los autónomos se demanda las dos últimas declaraciones trimestrales del IVA y la última declaración del IRPF.
Para los pensionistas, se solicita un justificante que justifique su condición junto a sus ingresos anuales. Con un extracto bancario o con cualquier otra formula afín sería suficiente.
Junto a este aspecto determinado por sus distintas variables, la compañía también coteja al futuro inquilino en diversas listas de morosos para cerciorarse de que no se trata de un mal pagador o en listados como el Fichero de Inquilinos Problemáticos, propiedad de Nester.
¿Qué precio tiene?
Los precios de los seguros de impago de alquiler suelen situarse entre el 3% y el 5% de la renta anual. Por ejemplo, en el caso de un alquiler de 1.000 euros mensuales, el coste estaría entre 360 y 600 euros al año. No obstante, estas cifras se han de tomar de forma orientativa ya que varían para cada compañía.
En cuanto a quién es el que ha de realizar el pago de este tipo de seguro, la ley no aclara este aspecto, lo que conlleva que ambas partes (arrendador e inquilino) pueden decidir libremente acerca de este aspecto. Por lo tanto, tanto arrendador como arrendatario podrían hacer frente a dicho pago indistintamente. Pero se debe tener presente que siempre el beneficiario será el arrendador, ya que este es quien necesita estar cubierto ante cualquier posible impago que se diera por parte del inquilino. Es decir: el seguro ha de ser contratado por el propietario de la vivienda. Al asegurar al inquilino -posible causante de los daños- no puede ser este quien lo suscriba.
A modo de resumen...
En definitiva, el seguro de impago de alquileres es una herramienta que puede ayudar a dotar de mayor seguridad tanto al propietario que arrienda una vivienda como al propio inquilino. De esta manera, propietarios e inquilinos tendrán garantías del abono de sus respectivas rentas. El seguro de impago de alquiler permite agilizar los acuerdos entre ambas partes, facilitando así el acceso a la vivienda para los inquilinos. Finalmente, dicho seguro permite a los propietarios cubrir uno de los mayores miedos a la hora de alquilar: los impagos.