La oferta de viviendas en alquiler cae un 42%
Nueva semana y nuevo artículo de blog. Esta vez os traemos la actualidad más reciente del mundo inmobiliario. En estos días, nos hacíamos eco del estudio publicado por el portal inmobiliario Idealista donde se señala que la regulación de los precios del alquiler en Cataluña ha supuesto una reducción de la oferta de viviendas en alquiler de hasta un 42% en ciudades como Barcelona.
Según los datos del portal inmobiliario, desde que entró en vigor la nueva ley, en septiembre del año pasado, las rentas han bajado en Barcelona el 8,2%. Se trata de una caída inferior a la registrada por Madrid, que registra una caída del -9,3%. En Barcelona, sin embargo, los alquileres habían empezado a bajar en 2019, por lo que desde los máximos que se alcanzaron hace dos años las rentas han bajado un 12%, frente al 9,9% de descenso en Madrid.
Así, el número de viviendas que se ofertan en alquiler en la ciudad de Barcelona ha caído hasta un 42% respecto a septiembre del año pasado. Actualmente se sitúan en unas 10.900 viviendas. Esta caída, reconoce el portal, se produce respecto a un momento en que el número de pisos disponibles se había duplicado porque no se habían podido alquilar por el confinamiento. Pero es mucho mayor que en el resto de las capitales. La reducción de oferta respecto al año pasado ha sido del 22% en Madrid, el 14% en Palma de Mallorca y el 25% en Sevilla, entre las grandes capitales.
El portal destaca que esta “dramática reducción del parque disponible” ha llevado a que sea más difícil alquilar. El índice de demanda relativa que mide el número de contactos que recibe de media cada anuncio de alquiler, se ha situado en 4,8, el punto más alto de su serie histórica, cuando hace un año era de solo 1,7.
¿Pero de qué va esto del control de alquileres?
El pasado 22 de septiembre de 2020 entró en vigor la Ley de medidas urgentes en materia de contención de rentas en los contratos de arrendamiento de vivienda, cuyo objetivo es contener los precios del alquiler y que se aplican a los nuevos contratos.
Según la Generalitat, la ley se aplica, por un lado, a las áreas de mercado de vivienda, es decir, aquellas zonas donde hay riesgo de abastecimiento suficiente de vivienda de alquiler asequible -60 municipios catalanes que tienen más de 20.000 habitantes-, y por otro a las viviendas que estén destinados a residencias permanentes.
En estos casos, según la ley, el precio no puede aumentar respecto al contrato anterior -si fue firmado en los últimos cinco años- y no podrá superar el índice de referencia de precios de la Generalitat. No obstante, existen excepciones en caso de obra nueva, si existe relación de parentesco o bien si la persona propietaria es vulnerable.
Sin embargo, según profesionales del sector, esta regulación ha provocado un frenazo en el mercado del alquiler. Muchos de los propietarios han preferido poner sus pisos en venta y los inversores valoran mercados alternativos al del alquiler. Por su parte, el Sindicato de Inquilinos denuncia que las inmobiliarias incumplen la normativa.